ENCUENTRO
CON EL PASADO
EL GRAN MASTODONTE.
La señora Ana Rosa Fernández
Vilasmil vive allí en el anís fue la primera en hallar restos fósiles de un
animal grande, luego lo identificaron los investigadores del museo arqueológico
“Gonzalo Rincón Gutiérrez” de la universidad de los Andes que era de un
mastodonte.
Inmensos animales del
Pleistoceno saciaban su sed en una laguna que ocupaba lo que hoy es conocido
como Llano del Anís. Miles de años después, la megafauna está por regresar, de
nuevo, a la superficie de ese lugar. El hallazgo de estas piezas valiosas para
la reconstrucción de la historia paleontológica y arqueológica de Venezuela.
En la excavación
realizada en el Llano el Anís fueron encontrados dos molares del animal los
cuales se encuentran en proceso de reparación en el museo arquideosesal de la
universidad de los andes ya que la exposición de estos los ha ido deteriorando,
además se pueden observar en la exhibición partes de las vértebras, el fémur,
el cubito, algunas costillas, los huesos de la cola y una cuña.
Se encuentra en
marcha la búsqueda de la cabeza del animal así como de otros
restos para lo que
debe realizarse una excavación de más de dos metros y medio
de profundidad.
En la definición más
sencilla sobre lo que era el mastodonte, encontramos una que puede orientar a
los no familiarizados con conceptos paleontológicos: "Nombre común de
diversos mamíferos proboscídeos fósiles parecidos al elefante, con grandes
colmillos en la mandíbula superior, que vivieron a finales del periodo
Terciario y en el Cuaternario". Sobre sus características se debe apuntar
que los mastodontes aparecían recubiertos de pelo grueso, como los mamuts
(género Mammuthus). Por ejemplo, un esqueleto de Mammut borcinus encontrado en
Grecia, con colmillos de 4,39 m de longitud, corresponde a un mastodonte de 3,5
m de altura y un peso de unas 6 toneladas. Los mastodontes americanos eran
animales de alzada algo menor que los mamuts o incluso que los elefantes
actuales, pero de peso semejante al de éstos.
Este parque en donde están involucrados los Consejos
Comunales del sector, FUNDACITE-MERIDA, la
Escuela de Geología de la
Facultad de Ingeniería de la
ULA, FUNDAPRIS y la
Gobernación del Estado Mérida, tiene como objetivo que el público
visitante conozca la historia Paleoarqueológica de la
Cordillera Andina de Mérida. Igualmente su historia
económica, social, faunística y geológica del estado. Al dar a
conocer la información sobre este Parque Paleoarqueológico la idea es que el
mismo sea manejando por los propios habitantes del Llano del Anís y que sirva
como una escuela abierta para enseñar a niños y jóvenes sobre los procesos arqueológicos
del sector. Además que los visitantes, tanto propios como extraños,
obtengan información científica y
cultural sobre los procesos geológicos
y ambientales que acontecieron en la
Cordillera Andina de Mérida a finales
del período Pleistoceno.
Es un Parque que va a tener
dos senderos interpretativos. Uno en donde los visitantes observarán la
excavación realizada por los investigadores del Museo y en donde se encontraron
los 109 huesos de un Mastodonte fosilizado. El otro sendero será de carácter
geológico en donde el visitante a través de una caminata de unos 15 minutos de
duración tendrá la oportunidad de admirar las distintas formaciones geológicas
del lugar”.
En cuanto a la flora, hay
que destacar que la vegetación del lugar es muy diferente a la que se está
acostumbrada a mostrar de Mérida, pues, en el sector se pueden observar
cardones y cujíes típicos de las zonas xerófila de Venezuela. Allí los
visitantes conocerán el Cují Negro una
planta típica del lugar.
El coordinador del Museo
Arqueológico de la ULA manifestó que la apertura de este Parque
Paleoarqueológico del Llano del Anís será una gran experiencia novedosa, no solo por la información científica que
obtendrán los visitantes en materia arqueológica, sino por la participación que
tendrá la comunidad y el estado en un organismo de ésta naturaleza.
Se han establecido como
posible hipótesis relacionada con el trabajo exploratorio la presencia de
niveles de paleosuelos muy bien preservados dentro de la paleo-laguna, que
permiten reconocer cambios climáticos muy bien marcados, los cuales requieren
de trabajos sedimentológicos más exhaustivos y la posibilidad de realizar
calicatas a mayores profundidades y dataciones absolutas (C14) que permitan
fechar dichos cambios y las eventuales causas de la crisis climática (exceso de
evaporación -salinidad), estas condiciones climáticas contrastan con la
presencia de facies sedimentarias relacionadas con eventos de máximos glaciares
que permitirían conforman antiguos permafrost (restos de suelos congelados) que
pudieran estar relacionados con la Glaciación Mérida.
El Llano
de El Anís forma parte de la Cuenca tectónica de Las González, donde se
desarrollan depósitos cuaternarios de gran magnitud, generados por el accionar
del rio Chama, que constituyen el mejor ejemplo de acumulación de sedimentos de
la región andina, a partir de su estudio es posible identificar los procesos
neotectónicos que han tenido lugar en los Andes Venezolanos.
Actualmente
no existen estudios sedimentológicos detallados, que expliquen los procesos
sedimentarios, el desarrollo de diferentes paleoambientes y las condiciones neotectónicas
que influyeron en la configuración geomorfológica de estos registros;
adicionalmente estos depósitos, específicamente en la zona del Llano El Anís,
presentan particular interés debido al hallazgo de macrovertebrados en
paleoambientes que por lo general no favorecen con la preservación de faunas.
Tomando en cuenta la importancia sedimentológica, geomorfológica y
paleoambiental de estos registros, se pretende realizar una investigación
explorativa en la que se defina en el área a estudiar (zona del Llano El Anís)
las reconstrucciones palinspasticas, que permitan conocer las implicaciones
geomorfológicas y paleoambientales de tan importantes depósitos en los Andes
Venezolanos.
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